1. |
Mañana
06:43
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Retornar es un trazo elíptico
descendiente
a lo hondo húmedo del jardín
tras la fuente blanca.
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Una línea de tenue luz
delata los umbrales de amanecida.
El dibujo del nuevo día pone a bailar los párpados
y se va.
Pálidos amarillos tempranos
Levísimo peso fragante
Humedad que el mundo desciende
al auxilio de las rosas.
Del pueblo en la mañana fresca
vienen noticias, pan y pescado
y tartas de merengue y ecos
que como ecos gustan.
Este es un país color canela
sobre el que se agosta el amarillo
y se encierra, moteado, el oscuro verde de los quejigos.
Hay una caja de lata llena de jacintos
en el buró de la biblioteca.
Negras brillantes golosinas
del orden sorprendente misterioso de los tesoros.
Sobre el manto de aljuma, en el huerto,
la sombra del columpio grande,
pequeña aquí allí.
Un pequeño níspero caramelizado
en la palma de mi mano
En la panza de tu faldón
cuatro zapateros revoltosos.
Tres avispas distraen el aire.
En el patinillo se parte el mundo como en los mapas:
por la luz oceánica la exacta sombra a la deriva.
Un bañador tendido
hace una isla, quizá Groenlandia.
Piececillos encharolados de domingo
cristal acuático sobre el verdín.
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2. |
Mediodía
04:59
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Del cielo en el puzzle,
sobre la mesa,
mil formas de azul intenso.
¡Sería tan fácil un celaje irisado!
Hay una alberca redonda escondida entre los olivos.
Desposa los cuerpos de los niños
con el universo sol que los contempla chapotear.
Llega a estallar, a veces, el tiempo
y no existe
y flota una alegría perfecta, explanada
como el círculo dorado de la era en san Bernardo.
Era: Dos cipreses y un mastin
atado a un paraíso.
Las chicharras asierran la hierba agostada
el mundo es blanco y un poco amarillo
como una ceguera.
Nos ponemos a cubierto del resplandor.
Al romper la tarde el comedor fresco
rezuma yerbabuena recién cortada, té dulce y matalahúva.
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3. |
Tarde
05:59
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Leer "Zanzíbar"
en la penumbra de un zaguán
que sestea en verano con rumor de moscas.
Los árboles dibujan el resol
de las silenciosas tardes de agosto, bulliciosas
en la telaraña del aire.
Un viento inusitado
atiza los pinos en el cerrillo.
Aislado, pero cubriéndolo todo
su bostezo estremece el mundo
haciéndolo girar en plena calma.
Un sol admirable penetra en el aéreo violeta
de una tarde de tormenta. Huele el campo mojado
y su brillo es más caro que el oro.
En el cenador de los avellanos
se esponjan los caracoles tras la lluvia.
Avellanas verdes y caracoles,
dura y blanda
maravillosa
naturaleza.
Por las Piedras del Aire
baja una columna de niños
cogidos de la mano.
En el barranco
un letrero:
Peligro: Alimañas.
El jugo de las moras y los nísperos
es la leche del atardecer.
El cordón de la piñata ha unido, alocadamente,
una acacia y un fresno.
Llueven confites.
El serbal derrama sus horas felices sobre los cestos.
Buscamos las más ricas,
picadas por los pájaros.
Viene el rebaño por el barranco
al fondo el pastor y su perrillo
las esquilas murmuran rezos enhebrándolos entre los álamos.
Se alza la dulce tristeza
en el monte, tras el cortijo
como un telón azulado
apenas percibido.
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4. |
Noche
04:35
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La penumbra de la luz de gas, en el pasillo
llena de viejos parientes las alacenas al paso.
La de las sábanas y también
la de las guindas en aguardiente.
Los grillos vociferando y nosotros callados,
repasando nombres: Vega, Altair, Deneb.
Me pido Antares y brillo, roja, en el corazón del escorpión.
Bajo la cúpula apolillada
se abomba una noche crujiente.
Sabe a leche de cabra
aún templada.
La luna
recorta sombras de china
sobre el carril. En el campo imantado
cualquier sonido es una voz que dice “¡atrás!”
Viene el sueño jugando a que no viene,
dormir jugando a no dormir
soñar un juego flotando
sin por venir.
En el agua profunda se filtra
la columna de luz matutina
y la alargada raíz vespertina
de un almendro cuajado de allozas.
Solo,
crecido ahí fuera tras los postigos
resuena el gozne de las estrellas.
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5. |
Ensueños
01:45
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6. |
Figuras de juego
01:19
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7. |
Colofón
01:44
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Dijo el hermano mayor:
Si todos corremos hacia poniente
tal vez no sea poniente nunca más.
Si todos corremos hacia la aurora
tal vez ya siempre amanezca.
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Enrique del Castillo Granada, Spain
Enrique del Castillo, 1982, has developed research in the field of music
experimental independently since 2007,
based on academic studies of
art and music .
He has also worked collaborating in the field of experimental cinema and expanded support cinema
analogue with the Noctiluca and Onirokino projects .. Several musical projects are remarkable
as Las Barbas Indómitas, Oniropompo and AMOR
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